Desde 1994, cada 11 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial del Parkinson con el objetivo de informar y sensibilizar a la sociedad sobre la situación, así como sobre necesidades de la multitud de pacientes afectados por esta enfermedad.

El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa y crónica de origen multifactorial. Según la Sociedad Española de Neurología, en España afecta a entre 120.000 y 150.000 personas. Entre los síntomas más conocidos, podemos destacar temblores en reposo, lentitud de movimiento, dificultad para iniciar la marcha o rigidez muscular. Otros síntomas menos conocidos, pero que afectan a la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad son: problemas de sueño, trastornos de control del impulso o depresión, entre otros. 

Con motivo del Día del Párkinson, desde Johnson Fitness & Wellness queremos hablar del papel fundamental que juega el deporte en los pacientes que sufren esta enfermedad neurodegenerativa. 

La actividad física siempre ha formado parte de las terapias rehabilitadoras de quienes sufren de párkinson con el fin de mejorar su calidad de vida. Eso sí, se debe diseñar una rutina deportiva específica para cada persona. Por tanto, antes de ponerse en marcha, será fundamental pedir asesoramiento profesional. 

Beneficios que aporta el deporte en pacientes con párkinson 

La actividad física puede convertirse en pieza clave para completar el tratamiento en la enfermedad del párkinson. Debe realizarse siempre mediante supervisión profesional, mediante un fisioterapeuta o entrenadores personales cualificados. 

Los ejercicios físicos recomendados en pacientes con esta enfermedad neurodegenerativa tienen cuatro pilares fundamentales. 

1. Potenciación de la activación muscular. Se hará a través de los estiramientos mejorando así el movimiento de las articulaciones y estimulando tanto la flexibilidad como el tono muscular. 
2. Ejercicios aeróbicos. Para mejorar la resistencia a nivel cardiovascular y de coordinación. 
3. Trabajar el equilibrio y la coordinación. No pueden faltar los ejercicios que trabajan el equilibrio. Es importante recordar que la pérdida de equilibrio puede ser realmente incapacitante. Por tanto, habrá que realizar ejercicios sencillos que contribuyan a mejorar tanto el equilibrio como la coordinación. 
4. Corrección y mejora de la postura. A través del deporte, se deben realizar ejercicios de realineación postural y de respiración. Esto se debe porque uno de los síntomas de esta enfermedad es la excesiva inclinación del tronco y especialmente del abdomen. 

El deporte contribuye a mejorar la movilidad en el párkinson, pero también mejora los síntomas no motores como los problemas cognitivos, el insomnio, la depresión o el estrés. 

En definitiva, la actividad física proporciona enormes beneficios a los pacientes con párkinson tanto a nivel físico como mental. Verán mejorar su movilidad, controlarán mejor las complicaciones tanto motoras como no motoras de la enfermedad, socializarán, ralentizará el avance de la patología. Y lo más importante ¡Mejorarán su calidad de vida! 

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